Valents es partidario de seguir con el hermanamiento para promover el buen entendimiento con el pueblo de Israel, rechazar el antisemitismo y condenar los movimientos de boicot a este país. “Desde hace demasiado tiempo, la izquierda catalana da muestras de un antisemitismo muy preocupante, cuyo único objetivo es debilitar el sistema de la única democracia que existe en Oriente Medio”.
En opinión de la líder de Valents, la intención de la izquierda catalana es “criminalizar a un país porque en su entorno rompe con las teocracias islámicas con las que a Barcelona en Comú, ERC y PSC se les cae la baba”. La regidora recuerda que Barcelona “está hermanada con ciudades de los regímenes comunistas más sanguinarios del mundo. Es el caso de San Petersburgo, La Habana o Shanghái”.
La ruptura del hermanamiento entre Barcelona e Israel tendrá consecuencias económicas. “Israel es una potencia tecnológica y la ruptura puede dañar los intercambios y la colaboración entre Barcelona y Tel Aviv, fastidiando así los proyectos de multitud de empresas e inversores. En resumen, puede traer paro y despidos”, afirma Parera.
En el pleno de enero, Parera subrayó que Barcelona acoge la sede de la Unión por el Mediterráneo y valoró como absurdo querer deshermanarnos de un país fundamental en esta zona. También destacó que “uno de los objetivos del Plan Director de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento es convertir Barcelona en capital del humanismo tecnológico y en un hub científico y tecnológico, un objetivo que compartimos con Tel Aviv”.