La tasa de inflación de Rusia alcanzó casi el 14% en 2022, Las previsiones para 2023 oscilan entre el 5% según el FMI y el 6,8% según la OCDE.
Dos tercios de las reservas del Banco Central de Rusia, 300 000 millones de euros fueron bloqueados en la UE, en otros países del G7 y en Australia. El 70 % de los activos del sistema bancario ruso están sujetos a sanciones. Se han inmovilizado alrededor de 20 000 millones de euros en activos de más de 1.500 personas y entidades. La gobernadora del Banco Central ruso respondió con firmeza subiendo el tipo de interés oficial hasta el 20% el 28 de febrero 2022. La subida volvía extremadamente atractivos los depósitos en rublos, una forma de evitar que los ciudadanos entraran en pánico y sacaran de sus cuentas todo el dinero. Tras un breve periodo de tensiones, la liquidez estructural del sistema regresaba a un nivel similar al que tenía antes de las sanciones. En junio el rublo ya se había estabilizado.
El Consejo de Europa, ha hecho un recopilatorio del antes y el después e indica que los "Los indicadores económicos revelan que las medidas restrictivas contra Rusia adoptadas en Europa y en otros lugares han tenido efectos en la economía rusa". En palabras de la presidenta de la Comisión Europea, “Rusia está pagando un alto precio, mientras nuestras sanciones erosionan su economía, retrasándola una generación”. Los ingresos obtenidos por Rusia gracias a sus exportaciones de petróleo se redujeron a 11.600 millones de dólares durante el mes de febrero de este año, según datos publicados en el informe de marzo de la Agencia Internacional de la Energía
Pero Rusia no está hundida. Si la UE o Estados Unidos necesitan aguantar las sanciones que imponen y las consecuencias sobre sus economías, también Putin tiene que calcular si puede resistir así un par de años. Los países sancionadores representan una parte importante del PIB mundial, pero existen otro grupo de países que hacen sus cálculos y explotan las oportunidades que pueden aprovechar y que Rusia necesita.
China está jugando un papel esencial. Rusia fue el socio comercial con el que China experimentó un mayor aumento de los intercambios denominados en yuanes a lo largo de 2022, el 34,3% según los datos oficiales publicados por la Administración General de Aduanas del país asiático. Las ventas de productos chinos a Rusia subieron un 17,5% interanual, mientras que los intercambios en sentido contrario se dispararon un 48,6%. China está comprando a Rusia mucho más petróleo y gas que hace un año.
Armenia ha multiplicado por tres sus ventas a Rusia, especialmente de tecnología y teléfonos móviles. Rusia sigue importando mercancías de Occidente, a pesar de las sanciones, a través de países terceros como Armenia, Georgia y Kirguistán. Turquía se ha convertido en un país de tránsito esencial de bienes clave producidos en Occidente. Durante el tercer trimestre de 2022, las exportaciones de Turquía a Rusia se dispararon a más de 1.000 millones de dólares mensuales, aproximadamente el doble de lo que habían exportado en el mismo período de 2021. Emiratos Árabes Unidos ha aumentado un 40% las transacciones bancarias desde bancos rusos destinados a beneficiarios situados en este país.
Rusia está estrechando sus relaciones comerciales fuera del marco del dólar estadounidense con India, Arabia Saudí, Sudáfrica, y con numerosos países africanos, asiáticos y americanos, que han resistido la presión de Estados Unidos para que se alinearan con sus objetivos tras el estallido del conflicto de Ucrania. Ninguno de ellos ha abandonado a Moscú, sino que todos han actuado para proteger sus intereses nacionales.
China, en cinco o siete años, desbordará a Estados Unidos como la primera economía del mundo. La decisión combinada de china de apostar por la tecnología, sin renunciar a la fabricación, es una de las recetas de ese éxito.
Un planeta dominado por Occidente, y, especialmente por Estados Unidos se está transformando en uno mucho más descentralizado. En 2050, de acuerdo con organismos e instituciones financieras internacionales, las cuatro economías más grandes del mundo serán, por este orden, China, India, Estados Unidos e Indonesia. Ningún país europeo estará en estos puestos de liderazgo.
Rusia se está reorientando y estrechando lazos cada vez más fuertes con los países que lideraran el mundo en los próximos años. La actitud de Estados Unidos y el Reino Unido y las sanciones occidentales por la guerra de Ucrania le están ayudando en este objetivo.