Quizás te preguntes, ¿cuál es el indicado para mí? Una manera de saberlo, es informarse en detalle sobre los tipos de financiación que existen. De esta manera, es posible ampliar la oferta y determinar si la solicitud de un préstamo es lo más adecuado o no.
Tipos de financiación a disposición
La cartera de oferta de financiación es bastante amplia, por lo que la decisión de elegir un producto financiero no resulta ser tan fácil. Te alegrará saber que incluso puedes encontrar préstamos con ASNEF y nómina.
Antes de elegir, tener conocimiento básico sobre los tipos de préstamos puede crear una visión panorámica de la situación para poder tomar buenas decisiones. Aquí te proporcionamos una lista de la oferta que se tiene a disposición en la mayoría de las entidades financieras.
Préstamos para empresas
Se trata de operaciones financieras cuyo objetivo es sufragar un negocio. Son utilizados como método de financiación de proyectos a medio, corto y largo plazo. Gracias a ellos, las empresas tienen la posibilidad de costear bienes o servicios que mejoren su productividad.
Eso sí, cuando se trata de un emprendedor que busca un préstamo para su empresa, debe aportar documentación que avale la necesidad. Asimismo, es imprescindible demostrar la viabilidad de la operación, de lo contrario es difícil conseguir la aprobación.
Préstamos al consumo
Son todas aquellas operaciones financieras que están destinadas a satisfacer las necesidades personales. Es decir, son créditos solicitados por el consumidor que desea adquirir bienes o servicios para un uso profesional. Por ejemplo, comprar un mobiliario.
Al igual que los préstamos tradicionales, en el contrato se estipula un plazo en el que se liquidará la deuda. Asimismo, se establecen los intereses que el solicitante deberá satisfacer durante el pago de las cuotas.
Préstamos personales
Consiste en un producto financiero que permite costear la compra de bienes duraderos, como un coche o una reforma. Esta clase de préstamo es formalizado a través de un contrato que indica la cantidad concedida, las cuotas a pagar, los intereses y las comisiones.
Normalmente, se trata de cantidades pequeñas, ya que financian necesidades concretas en un momento determinado. También son una gran ayuda para pagar una deuda, liquidar los servicios, realizar un viaje o financiar los estudios de los hijos.
Préstamos para autónomos
Sin lugar a dudas, en el sector de los autónomos se encuentran muchas dificultades al momento de obtener una financiación. Por eso, las entidades tradicionales deben presentar una gran variedad de documentación, entre ellos se encuentran:
- Plan de negocio.
- Último pago de la Seguridad Social.
- Presupuesto de la inversión a realizar.
- Antigüedad de empresa y tipo de contrato.
- Justificante de ingresos estables.
- Declaración de hacienda de los últimos 3 años.
- Detalles de cualquier operación de financiación con otras entidades financieras.
Préstamos para estudiantes
Es una alternativa cada vez más común para aquellos individuos que buscan potenciar su desarrollo profesional a través de los estudios, ya sea un máster, cursos de especialización o estancias en universidades extranjeras. Se diferencia en función a la finalidad del fondo.
- Becas: es un adelanto al alumno becado con el fin de cubrir sus gastos hasta que reciba el dinero por parte de la institución.
- Matrículas: está destinado al pago de las tasas universitarias y al costo de los materiales escolares, manutención y alojamiento.
- Estudios en el extranjero: cubre los gastos de cualquier tipo de residencia en una universidad extranjera.
- Postgrado: es una ayuda para quienes quieran cursar un doctorado o un máster.
Préstamos hipotecarios
Es aquel que tiene como finalidad conceder una determinada cantidad de dinero destinada a la compra o reforma de un bien inmobiliario. Este tipo de financiación implica cantidades superiores de caudal, pues se trata de una garantía real para la entidad financiera.
Si el solicitante no tiene la capacidad de devolver el dinero, la empresa crediticia está en la libertad de vender el inmueble hipotecado, saldar la deuda o convertirse en el propietario. Los plazos de devolución suelen ser más largos y el tipo de interés reducido.
¿Has entrado en el registro de ASNEF?
Aunque las entidades financieras se muestran cautelosas al momento de prestar dinero, no todo está perdido. Existen préstamos para personas con ASNEF. Claro, las ofertas y opciones son más limitadas, pues apareces como deudor.
Esta clase de préstamos también tienen sus propias características. En primer lugar, la cantidad que puedes pedir es pequeña. Asimismo, los intereses suelen ser más elevados y la mayoría tiene plazos de devolución muy cortos desde la concesión. Sin embargo, también tiene sus ventajas. A diferencia de otros préstamos, este se resuelve con mayor rapidez.