Es decir, por primera vez en mucho tiempo, podría darse el caso que los partidos auténticamente independentistas (Junts, ERC y CUP) no sumaran los suficientes escaños para gobernar en solitario (si es que quisieran, claro) por lo que cualquier posibilidad de gobierno futuro debería contar con el apoyo del supuesto ganador, el partido socialista. Este resultado viene a confirmar un importante dato que se ha extraído del propio estudio, elaborado en base a 2.000 entrevistas personales. Tal es que el 51% de los catalanes están absolutamente en contra de la independencia mientras que sólo el 42% lo están a favor. Recordemos que en el momento álgido del “procés” prácticamente la mitad de los catalanes estaban a favor de la independencia.
En cuanto a la intención de voto de cara a las europeas del próximo 9 de junio el resultado en Cataluña arroja una victoria del PSC, que sube del 22% al 32-35%, gracias a la fuerte pérdida de confianza en el voto a Puigdemont y Junts, que bajan desde el 29% al 10-13%, lo que demuestra el castigo del votante catalán por la nula labor política realizada por el fugado en Bruselas. Otra formación que perdería fuerza es ERC que desciende desde el 21% al 13-16%. Mientras que los dos partidos 100% constitucionalistas con representación en Cataluña, Vox y PP, suben de manera importante. Vox pasa del 2% del voto del 2019 a una intención de voto actual del 6-8%, mientras que el PP pasa de su 5% anterior al 12-15% de intención de voto actual.
Sin embargo, el dato que particularmente me parece más sobresaliente y del que poco se ha hablado estos días es que, a pesar de los casos de corrupción y del ruido mediático que existe actualmente debido a los casos Koldo-Avalos-Begoña-Armengol-Illa, etc., el PSC seguiría ganando las elecciones generales en Cataluña al conseguir entre 17 y 20 escaños. Recordemos que en las últimas obtuvo 19 diputados al Congreso por lo que el retroceso se prevé mínimo. Sin embargo, Junts ya no sería la segunda fuerza política en unas generales y pasaría de sus incisivos y decisivos 7 diputados actuales a tener una horquilla de entre 5 y 8, por lo que podría retroceder su influencia al perder parte del votante que no le perdona “sentarse en la mesa con Madrid”. ERC se mantendría en sus 7 diputados actuales. Sumar-Colau bajaría de los 7 a los 4-6. Y los dos partidos que subirían de forma importante serían Vox, que duplicaría diputados en Cataluña, subiendo de los 2 actuales a 4 y el PP que pasaría de 6 a 9 diputados, lo que podría facilitar una hipotética gobernanza de la derecha con esos 5 nuevos diputados constitucionalistas si las elecciones Generales se disputaran ahora.