De ahí que, conocer gracias a los asesores fiscales, los calendarios de tributación y presentación de informes se hará debidamente, evitará sanciones y, por ende, permite tener la tranquilidad de estar cumpliendo debidamente. Estos abogados, también conocen todas las exenciones, bonificaciones y ayudas que existen, por lo que esa rebaja de fiscalidad también beneficia a las empresas y a las personas según los casos.
Obligaciones fiscales de empresas y personas físicas
Llegados a este punto, es claro que un abogado asesor fiscal representa a una figura importante en el asesoramiento de empresas y particulares. Exponer cuáles son cada uno de esos términos fiscales a los que hay que hacer frente, clarifica, más si cabe, ayuda y tranquiliza a los clientes que deciden contratar esos servicios para garantizarse su cumplimiento con fidelidad y diligencia.
Estas son las principales obligaciones fiscales de las empresas:
- El IVA trimestral: se formaliza gracias al modelo 303 y se ha de realizar cada trimestre. Además, al final de año habrá que presentar un resumen global del ejercicio. Es muy importante, porque esta cuantía afecta tanto a los empresarios como a los clientes, a los que se grava dicho impuesto. Por tanto, Hacienda lo recauda de forma indirecta a través de los empresarios.
- El Impuesto de Sociedades: en esta ocasión, la Agencia Tributaria dispone del modelo 200 para formalizar este impuesto. Existen unos pagos fraccionados a los que se puede acoger el empresario o autónomo.
- Las operaciones con terceros: el modelo que se presenta en este caso es el 347 y tiene como objetivo declarar el control de las transacciones que la empresa ha mantenido con terceros, como proveedores y otras empresas. La cuestión es evitar fraudes fiscales o incompatibilidad, por ejemplo con la Administración Pública.
- Presentación de cuentas anuales: en este caso, es un documento que da muestra de la situación financiera de la compañía. La acompañará un balance de situación, junto a la cuenta de resultados y la memoria anual. Ese documento, en gran medida, determina la viabilidad económica de la entidad.
El IRPF: la declaración individual de cada persona física
Las personas físicas también tienen que hacer una declaración ante la Agencia Tributaria, se trata del IRPF (Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas). Se presenta a través del modelo 100 y no en todos los casos se está obligado a realizarlo, pero sí existen casos que son de obligado cumplimento. Por todo eso, que un abogado fiscal gestione el IRPF es una forma de asegurarse la liquidación pertinente y no dejarse atrás ninguna información de importancia o interés. En ese IRPF se da cuenta tanto del rendimiento del trabajo, así como del capital, de las actividades económicas y del patrimonio personal. La campaña ordinaria suele ser de abril a junio de cada año.
En resumen, contratar el servicio fiscal de un abogado es una enorme tranquilidad para las entidades, empresas y personas particulares. Evitar afrentas con Hacienda es una tranquilidad que estos letrados proporcionan con especial diligencia y profesionalidad.