“Desde el punto de vista distribución, en 2023 se fraguó la tormenta perfecta: aparte de una bajada de la demanda, especialmente de instalaciones domésticas, se añadieron otros factores, como una llegada al sector de muchos más actores, lo que generó una mayor oferta, en un momento de frenazo y coincidió con la llegada de más material por parte de los proveedores, lo que incrementó los ‘stocks’ de todas las empresas del sector”, constató Juan de Dios Bornay.
En cuanto a la situación del Oriente Próximo y en concreto, a la crisis actual del Mar Rojo, el director general de Bornay explicó que este conflicto no tiene por qué pasarnos factura. En este sentido, apuntó que hay dos puntos clave. Así, en primer lugar, el retraso que se puede generar por el cambio de ruta de las navieras -que significa entre 15 y 20 días más de tránsito-. En este sentido, constató que con una correcta planificación, esto podría afectar sólo de manera temporal y siempre que no hubiera un stock mínimo previsto.
Por otra parte, el segundo factor, a juicio del CEO de Bornay, es el económico. “Este cambio de ruta ha supuesto un incremento de precios en los contenedores, pasando de los 2.000$ (precio de cada contenedor fletado) a principios de diciembre, a los aproximadamente 7.000$ de ahora. Esto significa, aproximadamente, 5€ más por panel solar, algo que sí es un incremento a tener en cuenta, pero que, sin embargo, es algo que tenemos que asumir si no disponemos de industria nacional, aunque, incluso teniéndola, preferimos producto fabricado en otros países”.
Con todo, “la solución a estos problemas de abastecimiento e incremento de precios, pasaría por traer materia prima a España”, aseveró el CEO de Bornay, quien puntualizó a renglón seguido: “Como el silicio, para el ensamblaje de los paneles o traer las celdas para ensamblar baterías de litio. Esto diluiría el incremento de precios, ya que la capacidad de transportar materia prima por contenedor es mucho mayor”.
Con todo, Juan de Dios calculó que se abaratarían los costes y, además, se generaría más empleo y riqueza local. “Debemos fomentar la fabricación nacional para incrementar nuestra industrialización y la presencia de nuestros productos”, afirmó.
Minieólica para el autoconsumo
Bornay, como fabricante de minieólica, y con la misión de llevar energía donde no la hay, puede presumir -declaró Juan de Dios- de ser una de las empresas con mayor experiencia en el sector, y especialmente en la parte de suministro; esto incluye almacenamiento y otras tecnologías. “Si hablamos de incrementar el nivel de autoconsumo o de alargar las horas de sol para incrementarlo, en Bornay somos expertos en ello. Cuando comenzamos había que suministrar energía donde no existía, ni siquiera, una red eléctrica y esto lo conseguimos, en primer lugar, gracias a la minieólica con nuestros aerogeneradores”, afirmó Juan de Dios.
Durante el debate, el director general de Bornay también explicó que aunque los esfuerzos nacionales están centrados en aumentar las horas de sol y aprovechar esa energía a base de instalar baterías, la minieólica se presenta como una tecnología complementaria a la fotovoltaica ya que cuando no hay sol, suele haber viento y al contrario.
“Con los aerogeneradores podemos generar energía por la noche y también generar más energía durante el invierno, lo cual conlleva incrementar ese tanto por ciento de autoconsumo que se busca. Ambas tecnologías pueden complementarse, por supuesto, con baterías y con ello llegar a porcentajes del 100% de autoconsumo. Y, una vez más, se pone de manifiesto que esto es lo que en Bornay sabemos hacer, porque ya son 54 años de experiencia en suministrar energía al 100%, llamémoslo aislada o autoconsumo”, detalló Juan de Dios.
“Lamentablemente, la minieólica es como el ‘patito feo’ de las renovables. Históricamente ha habido subvenciones, ayuda o, primas que han ido incrementando la penetración de otras tecnologías, como la eólica o la fotovoltaica, sin embargo la minieólica no ha tenido nada de esto. Sin embargo, a pesar de todo esto, es una fuente de generación de energía que sigue ahí, funcionando y creciendo poco a poco”, declaró el director general de Bornay.
Con todo, consideró: “Las subvenciones, tal y como están planteadas, no nos benefician. Si hay que subvencionar aquellas tecnologías o cambios que, por cualquier motivo, lo necesiten, como, por ejemplo, incentivar la instalación de baterías o la minieólica, creo que esa subvención podría ser más beneficiosa si fuera destinada a la producción y no la instalación, es decir, que fuera una subvención al fabricante o al producto en lugar de ir al cliente. Sería mejor que el cliente estuviera, en cierto modo, exento de gestiones o expectativas”.
Bornay fue fundada en 1970 en Castalla (Alicante) con la misión de «llevar energía a donde no la hay». Diseña y fabrica sus máquinas en España al 100%, en un centro de producción diseñado con arreglo a los principios de la arquitectura bioclimática y que se abastece de energías renovables. Su departamento de I+D+i mantiene un constante pulso consigo mismo para mejorar los productos de la compañía, que también es distribuidora de gamas de productos relacionados. En la actualidad, cuenta con una filial en los Estados Unidos y sus instalaciones están presentes en más de 70 países.