Con la legislatura en clara descomposición, quienes se resisten a abandonar el agrietado buque gubernamental no son otros que los cinco representantes ministeriales de SUMAR liderados por la ministra de Trabajo -Sira Rego, Mónica García, Pablo Bustinduy y Ernest Urtasun- dispuestos a ocultar la complicidad de las corruptas fechorías y escándalos sexuales del partido coaligado. Los restantes grupos parlamentarios minoritarios -PNV, ERC, JUNTS, BILDU, PODEMOS, BNG o COMPROMÍS- con sus dirigentes a la cabeza -Esteban, Junqueras, Puigdemont, Nogueras, Belarra, Rego-, se conforman con proclamar la "irresponsabilidad" del solitario gobierno a la deriva tras exigir unas explicaciones que nunca llegarán.
Escalada electoral autonómica del PP
La previsible victoria del PP en Extremadura dará paso a la consolidación de los feudos territoriales de Feijóo, como antesala del gran descalabro nacional donde el centro-derecha. puede cosechar hasta 200 diputados. El carrusel de elecciones autonómicas en 2026 parte con ventaja del Partido Popular, según las encuestas, dispuesto a revalidar el mayor cupo de poder desde el año 2000 con una decena de comunidades más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla: Galicia, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Aragón, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Baleares y Andalucía. Los populares pretenden acelerar el fin de la era Sánchez apostando por escalonar las urnas para ahondar su sensación de debilidad y el objetivo de lograr mayorías suficientes para no depender de VOX. El continuo auge del partido de Abascal sitúa un listón difícil de alcanzar en algunos feudos en los que la derecha extrema exige entrar en sus respectivos gobiernos con duras condiciones.
Zapatero en el ojo del huracán
El ex presidente del Gobierno se mantiene bajo sospecha por su mediación y no pocos negocios ocultos con la dictadura venezolana. Entre ellos, el rescate de la aerolínea Plus Ultra por 53 millones, con posible cobro de comisiones y blanqueo de capitales de su cúpula orgánica. A petición del PP, Zapatero deberá comparecer en la comisión que investiga el 'caso Koldo' para explicar su relación con el directivo de la compañía, Julio Martínez, detenido la semana pasada.
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional sitúa al empresario como presunto “testaferro” del expresidente y de sus hijas, cuya relación comenzó en 2012, tras abandonar la Moncloa. A partir de entonces, ambos comenzaron a mantener un contacto frecuente que se tradujo en viajes recurrentes a Venezuela, en los que el empresario habría cerrado determinados negocios con la intermediación del expresidente, aprovechando su agenda internacional y su relación con el régimen chavista. La UDEF investiga un posible delito de blanqueo de capitales vinculado al uso indebido de los fondos públicos concedidos durante la pandemia. Los agentes sospechan que una parte de ese dinero no se destinó a garantizar la viabilidad de la aerolínea, sino a devolver préstamos a sociedades extranjeras radicadas en Suiza, Francia y Panamá. Dichas sociedades estarían vinculadas a una presunta organización criminal dedicada al blanqueo de capitales que, según las diligencias, tendrían relación con operaciones de oro venezolano y pagos a entidades como la compañía petrolera PDVSA.
Final del sanchismo 30 años después de González
El abrupto final del sanchismo se asemeja al declive de Felipe González en los años 90, arrastrado también por la corrupción de cargos institucionales como el gobernador del Banco de España, el director de la Guardia Civil, y hasta la directora del boletín del Estado (BOE), por especular en bolsa, sustraer dinero oficial o comprar papel a precios desorbitados, respectivamente, e incluso la guerra sucia de los GAL contra el terrorismo de ETA o las múltiples comisiones del 'caso Renfe' para facilitar el primer AVE español en Andalucía. Los casos del hermano del vicepresidente del Gobierno, Juan Guerra (1990), junto a la financiación irregular del PSOE con el caso Filesa (1991) socavaron la última legislatura del presidente que se mantuvo más años en el poder de la era democrática, 14. Aun así, Aznar tuvo que conformarse en 1996 con 156 escaños, por debajo de los pronósticos, aunque con 15 escaños por encima del PSOE que se quedó en 141.
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