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LA VERDAD POR DELANTE

¿Macron? La partida no ha terminado

¿Macron? La partida no ha terminado
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· Por Enrique Calvet, ex europarlamentario y Presidente de ULIS

martes 26 de abril de 2022, 06:45h

La semana terminó con la amplia victoria del Presidente Macron sobre Marine Le Pen, y no viene mal analizar con perspectiva de europeo, y por lo tanto de español, algunas consecuencias de esa victoria. En primer lugar, y aparte de la educada felicitación al re-elegido, la derrota clara y sin ambages de la candidatura de Le Pen y sus mensajes y proyectos es motivo de satisfacción y tranquilidad para quien estas líneas escribe, y entendemos que debería serlo para los demócratas y para los defensores de una más y mejor UE. La alternativa hubiera supuesto, a nuestro juicio, y bajo presupuestos de delirios anti globalistas nunca bien explicados, un golpe mortal a la UE, y un refuerzo de nacionalismos agresivos y excluyentes con los peligros históricos que Europa conoce bien. Y la destrucción de la UE, con todo lo que ha consolidado, mal que bien, durante decenios (euro, PAC, consolidación de libertades, avances en la unidad de mercado, derechos sociales, y un sinfín de etc…) sería muy malo para los europeos y, sencillamente, letal para la siempre más frágil democracia española. Decimos bien, los europeos, todos los europeos, porque suizos, noruegos, británicos… y hasta ucranianos también padecerían gravemente de la destrucción de la UE. Y para los españoles sería una catástrofe inmedible.

Pero existen al menos tres aspectos que conviene escarbar en el resultado. El primero es que el señor Macron ha fracasado en un empeño. Él se comprometió en 2017 a que, a los cinco años, conseguiría que Marine Le Pen no pasara a la segunda vuelta, no volvería a ser el candidato alternativo. No sólo no lo ha conseguido, sino que la señora Le Pen ha mejorado su apoyo y resultado (en seis puntos). Si a esto añadimos la abundante y desencantada abstención y el hecho muy bien señalado por el acalde de Perpiñán de que nadie puede creerse que el 42% de los franceses sean de extrema derecha, vemos que existe una muy importante masa de franceses de amplio espectro escépticos con el sistema y con la UE. Y el manido espanta pájaro primario de que viene la extrema derecha empieza a ser tan cansino como simplista. Las lecciones para España nos parecen evidentes; las consecuencias, a saber. En segundo lugar, una de las razones que han facilitado el acceso de la señora Le Pen al segundo nivel ha sido la desaparición abrupta de los Partidos tradicionales, muy particularmente del Partido Socialista (la “derecha tradicional “ tiene aún presencia local y regional importante). Se dice que es un fenómeno global en Europa que sólo han evitado Alemania y España. Es un trampantojo en el caso de nuestra patria donde el centro izquierda, o la social democracia, han desaparecido tanto o más del espectro político que en otros países de nuestro entorno. La diferencia es que, en España, se han conseguido mantener las siglas del PSOE para hacer desde ellas políticas diferentes, cuando no contrarias, a los principios de la social democracia, en los problemas claves diferenciales de España. Son políticas “podemitas” que representa en Francia Melenchon. La lección a tener en cuenta es que la desaparición “de facto” del centro izquierda democrático propulsa los totalitarismos, la degradación de la democracia y los populismos anti europeos.

Y eso nos lleva al tercer aspecto de importancia para la política española: la partida no ha terminado, el pescado no está todo vendido, y otro gran vencedor, y peligroso, es el señor Melenchon con su programa friki-antisistema. La partida terminará dentro de dos meses con las elecciones generales que son las que decidirán quién será el primer Ministro de Francia y la línea política a seguir. En esas elecciones, en que sólo hay un ganador por distrito, en general, Le Pen rarísima vez queda en cabeza, pero Melenchon sí. Lleva una semana con su campaña para que le elijan primer ministro y sabe que puede atraer a muchos descontentos y desencantados “primarios”. Sabe que puede ganar. Les dejo imaginar qué recaídas tendría para España y Europa que Francia tuviera un hábil y muy preparado primer Ministro “podemita” y anti sistema. Le Pen nunca fue una amenaza seria, Melenchon lo es.

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