Tiranía vs sapiencia
Frente a la sapiencia y el legado que dejaron a la humanidad Tales de Mileto, Solón de Atenas, Bías de Priene, Pítaco de Mitilene, Cleóbulo de Lindos, Quilón de Esparta y Periandro de Corinto, en los estados helénicos se impuso también el gobierno oligárquico de los Treinta Tiranos o magistrados, que sucedió a la democracia ateniense tras la guerra del Peloponeso (404 a C). Los Treinta organizaron un gobierno para ejercer el poder sin límites provocando la matanza de la población, confiscación de propiedades y el ostracismo de ciudadanos críticos. Cuentan las crónicas que para contrastar la "popularidad" de un tirano benevolente con la "impopularidad" de un tirano opresivo, Cipselo se paseaba por las calles de Corinto sin escolta (pese a su violenta llegada al poder en el 657 a. C.), mientras su hijo Periandro tenía que hacerse acompañar de una guardia mercenaria de cuya lealtad se aseguraba personalmente.
Nada que ver con la convulsa Roma que, además de no pagar a los traidores, engendró igualmente déspotas aún más ejemplares y despiadados, como Julio Cesar -principal dictador de la República-, o los crueles Nerón, Cómodo, Calígula o Heliogábalo, el más depravado de todos.
Modernidad, represión y abusos de poder
Veintitrés siglos después de aquella antigüedad, nuestra modernidad continúa generando tiranías, abusos de poder y autocracias que no tienen reparo en emplear todo tipo de mecanismos para permanecer en el cargo. Más allá de la fuerza militar y la violencia, pueden amañar elecciones, celebrarlas sin participación opositora, imponer las leyes a su conveniencia e incluso modificar o reescribir textos constitucionales, todo con tal de perpetuarse al frente del Estado.
Buen ejemplo de la satrapía, represión e indignidad es hoy el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, -bajo la lupa de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de lesa humanidad-, que ha conseguido expatriar al vencedor de las comicios, tras un golpe de Estado electoral y la mayor represión ciudadana desde la dictadura genocida de Pinochet.
El asilo del candidato presidencial, Edmundo González, en España, genera el enésimo enfrentamiento entre gobierno y oposición provocando la derrota parlamentaria número 40 desde el inicio de la Legislatura. El reconocimiento del candidato electo como presidente del país caribeño -forzado por el respaldo de PP, Vox, PNV, UPN y CC- enfurece al dictador venezolano, calificado así por la ministra Margarita Robles. A su vez que irrita a un PSOE que arranca el nuevo periodo de sesiones igual que cerró el anterior, en el que los socialistas sufrieron otras dos severas derrotas con el rechazo a reformar la Ley de Extranjería y los objetivos de déficit, sin poder impedir además la aprobación de enmiendas a la Ley de Paridad en el Senado. La coalición de Gobierno ya sufrió su primer revés en enero con el fuego amigo de Podemos, que logró tumbar el decreto del ministerio de Yolanda Díaz para reformar el subsidio por desempleo. Gaza, Barbate, Prostitución, Caso Koldo, Extranjería, Techo de gasto, alimentos básicos y hasta la reprobación del ministro Marlaska forman parte ya de los reveses gubernamentales en otra de las legislaturas más inestables y abiertas de la democracia.
Rebelión del bloque de investidura contra Sánchez
No es la única polémica y preocupación que afecta al partido en el poder, cuyo líder y presidente del Gobierno se empeña en seguir gobernando “con o sin apoyo de la oposición” e incluso del propio “poder legislativo”. Socios de investidura, como PNV, Podemos y otras formaciones de Sumar reprochan a Sánchez que no podrá gobernar sin el Congreso. Lo que la formación morada califica de “tics autócratas”, el lehendakari, Imanol Pradales, considera que el ejecutivo no podrá vivir mucho tiempo sin el concurso del legislativo, Compromís le previene contra la “prepotencia o cutrerío” de quien sabe que “todo poder depende de sus apoyos” y la portavoz de los Comuns, Aina Vidal, recuerda que el Gobierno nace de la mayoría plurinacional.
La rebelión del bloque de investidura está liderada por el partido de Puigdemont, todavía fugado a Waterloo y en proceso de renovación, que lleva meses chantajeando públicamente a los socialistas con dejarles en minoría si no ceden a sus peticiones. La última, exigiendo el traspaso "integral" de la inmigración para “avanzar” más con el Gobierno. Junts ha ‘castigado’ al PSOE en 29 ocasiones -ya sea con un voto en el sentido opuesto o con la abstención para facilitar su derrota-. Más sorprendente es que el PNV, uno de sus socios aparentemente más fieles, también ha dejado perder a Sánchez en 29 ocasiones. Bildu y ERC lo han hecho 13 veces; Podemos, 16; y BNG y Coalición Canaria, que apoyaron la investidura del presidente, lo han abandonado más de 20 ocasiones cada uno. Incluso Sumar, coaligado de Gobierno, ha dejado solo y en minoría a su socio en 8 votaciones. A semejante estrategia se une por primera vez -con su abstención- el ex ministro socialista José Luis Ábalos, expulsado al grupo mixto del gallinero después de cumplir el aviso de votar en conciencia tras la auditoria interna de su antiguo ministerio que lo deja a un paso de la imputación por el “caso Koldo” de adquisición de mascarillas durante la pandemia.
Presupuestos, cupo y 19 recursos contra la amnistía
El monolítico frente autonómico del PP tiene en su mano tumbar la financiación poco “singular” para Cataluña , e incluso obstaculizar aún más la amnistía después de presentar hasta doce recursos de inconstitucionalidad a los que se suma también el socialista manchego García-Page al considerar que la Ley vulnera el principio de igualdad amparado en el artículo 14 de la Carta Magna y los principios de interdicción de la arbitrariedad. El Tribunal Constitucional ya ha recibido 19 impugnaciones contra la conocida ley del olvido al centenar de cómplices del procés, la primera de ellas y más trascendente interpuesta por el Tribunal Supremo. La previsión es que el alto tribunal no se pronuncie sobre el fondo del asunto en los próximos meses y que hasta el año próximo no sentencie si la amnistía es constitucional o no.
Inasequible al desaliento, la ministra de Hacienda está decidida a presentar “lo antes posible” los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025 para lo que se compromete a dialogar con todos los grupos políticos.
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